aentretenerse
  adivinanzas
 

Cuando chiquita, aspudita;
y cuando grande, mochita.

R. La luna.

Hermanos son,
uno va a misa
y el otro no.

R.: El vino y el vinagre.

Te la digo
y no me entiendes,
te la repito
y no me comprendes,

R.: tela.

Vuela sin alas,
silba sin boca,
pega sin manos,
y no se lo toca.

R.: El viento.

Soy animal que viajo:
de mañana a cuatro pies,
a mediodía con dos
y por la tarde con tres.

R.: El hombre.

Brama y brama como el toro
y relumbra como el oro.

R.: El trueno y el relámpago.

Blanco, barranco
pantalón blanco.

R.: El avestruz.

Horquetín, horquetín,
a cada paso hace chilín.

R.: La espuela.

Salgo de la sala,
voy a la cocina,
meneando la cola,
como una gallina.

R.: La escoba.

En el campo grita
y no es campero,
pega el martillazo
y no es zapatero.

R.: La chuña.

Soy llama, llamita,
y en el fuego no estoy.
Por un caminito
con mi carga voy.
Llamita que anda
y no quema ¿Quién soy?

R.: La llama

Cuando me siento, me estiro,
cuando me paro, me encojo;
entro al fuego y no me quemo,
entro al agua y no me mojo.

R.: La sombra.

Barba tiene,
hombre no es,
olas hace,
río no es.

R.: El trigo.

Pampas blancas,
semillas negras,
cinco toros
y una ternera.

R.: La manos, la lapicera,
el papel y la escritura.

Animalito bermejo,
costillas sobre el pellejo.

R.: El barril.

Tira el hilito,
y grita el pajarito.

R.: La campana.

Unas regaderas
más grandes que el sol
con que riega el campo
Dios nuestro Señor.

R: Las nubes.

En una calle muy limpia
anda una dama a un compás,
que camina para adelante
con los ojos para tras.

R.: La tijera.

¿Que será un animalito:
cuando más come,
más flaco se pone?

R.: El cuchillo.

Con el piquito
picotea
y con el rabito
tironea.

R.: La aguja.

Una pregunta tan fácil
sabiéndola preguntar:
¿qué planta se va a regar
cuándo la van a cortar?

R.: La barba.

Redondo, redondo,
no tiene tapa
ni tiene fondo.

R.: El anillo.

Un cercado
bien arado
donde la reja
no ha entrado.

R.: El tejado.

Fui por un caminito
encontré una dama,
le pregunté su nombre
y me dijo Juana.

R.: La damajuana.

Una vieja corcoveta
tuvo un hijo enredador,
unas hijas buenas mozas
y un nieto predicador.

R.: La viña

Oro no es,
plata no es,
abrí la cortina,
sabrás lo que es.

R.: El plátano.

Come por el lomito,
destila por el piquito.

R.: La pava.

Te digo y te repito
que si no adivinas,
no vales un pito.

R.: El té

Una yegüita mora
con riendas en la cola.

R.: La aguja.

 

Una dama muy delgada
y de palidez mortal,
que se alegra y se reanima
cuando la van a quemar.

R.: La vela.

En el campo monterano
hay un fraile franciscano,
tiene dientes y no come,
tiene barba y no es hombre.

R.: El choclo.

Vestidos de blanco y negro
venían dos caballeros,
uno al otro se decía,
yo primero-yo primero.

R.: Los pies.

Una yegüita blanca
salta cerros y barrancas
no se manca.

R.: La luna.

Un animalito bravo
piquito doblado,
sombrerito bayo
ponchito listado.

R.: El carancho.

Ovillejo, ovillejo,
cara de indio viejo.

R.: El quirquincho.

Salta y Salta
y la colita le falta.

R.: El sapo.

En Salta estaba,
aquí estaba
y siempre estaba.

R.: La taba.

Mas largo que un pino,
pesa menos que un comino.

R.: El humo.

Para ti, para él, 
esta plantita, ¿cuál será?
Las semillitas para el aceite
que fríe, fríe y freirá;
los copos blancos para el mantel
y las cortinas de mi mamá.

R.: El algodón

Blanca en mi nacimiento,
morada en mi vivir,
y me voy poniendo negra
cuando me voy a morir.

R.: La mora.

Anda que anda
andadorita,
teje que teje
tejedorita

R.: La araña.

Pérez anda,
Gil camina.

Zonzo es quien no lo adivina.

R.: El perejil

Yo vi cien damas hermosas
en un momento nacer,
ponerse como una rosa
y en seguida perecer.

R.: Las chispas.

 

Rocas por aquí,
nieves por allá,
el capote blanco
no se quitará...
Muy alto en los Andes.
¿Sabes quién será?
Termina con agua 
y empieza con A.

R.: El Aconcagua

Verde como loro
bravo como toro.

R.: El ají.

Es colorado bolsillo,
que tiene plata en sencillo.

R.: El ají

Mi padre tiene un dinero
que no lo puede contar,
mi madre tiene una sábana
que no la puede doblar,
mi hermano tiene un espejo
que no se puede mirar.

R.: Las estrellas, el cielo y el sol.

Tengo cabeza redonda
sin nariz, ojos, ni frente,
y mí cuerpo se compone
tan solo de blancos dientes.

R.: El ajo.

En blanco pañal nací
en verde me transformé,
fue tanto mi sufrimiento
que amarillo me quedé.

R.: El limón

De nada sirvo de día;
de noche sirvo bastante;
como siempre doy trabajo,
me cortan a cada instante.

R.: El pabilo.

Delante de Dios estoy
entre cadenas metida,
ya estoy alta, ya estoy baja,
ya estoy muerta, ya estoy viva.

R.: La lámpara del altar.

Tengo la cabeza dura
me sostengo sobre un pie
y soy de tal fortaleza
que a Dios hombre sujeté.

R.: El clavo.

En la punta de una barranca,
hay cinco niñas con gorras blancas.

R.: Las uñas.

Chiquitito
como ratón,
guarda la casa
como león.

R.: El candado.

Pajarito volando,
con las tripas colgando.

R.: Barrilete.

Bajo de la lana
suena la campana.

R.: La tijera de esquilar.

Siempre quietas,
siempre inquietas,
durmiendo de día,
de noche despiertas.

R.: Las estrellas.

Fui al mercado
compré un negrito;
y ya en mi casa,
es coloradito.

R.: El carbón.

El traje gris bien planchado,
en el pico una canción
y el copete colorado,
sombrerito coquetón.

R.: El cardenal.

En el campo me crié,
dando voces como loca,
me ataron de pies y manos
para quitarme la ropa.

R.: La oveja.

Oro no es,
plata no es,
abrí la cajita
y verás lo que es.

R.: La nuez.

Galán caballero,
chaleco blanco,
sombrero negro.

R.: El teru-tero.

Yo corro como un potro
y un poco más tal vez, pero aunque tengo alas,
volar nunca me ves...
En tu casa mis plumas
están, ¡Y yo no estoy!
Puedo tragar piedritas.
¿Adivinas quién soy?

R.: El avestruz

Es su madre tartamuda
y su padre un buen cantor;
tiene su vestido blanco,
y amarillo el corazón.

R.: El huevo.

Blanco fue mi nacimiento
negra fue mi mocedad,
se me peló la cabeza
y no sé por qué será.

R.: El cóndor.

Todos me pisan a mí;
yo no piso a nadie;
todos preguntan de mí,
yo no pregunto de nadie.

R.: El camino.

Entre muralla y muralla,
hay una flor colorada;
llueva o no llueva,
siempre está mojada.

R.: La lengua.

Tiene dientes
y no come,
tiene barbas
y no es hombre.

R.: El choclo.

En aquel monte escabroso
me dijeron que abra el ojo.

R.: El abrojo.

Ancho y bola,
fortacho en la cola.

R.: El mataco, o quirquincho bola.

Garra, pero no de cuerpo,
pata, pero no de vaca.

R.: La garrapata.

Traca que traca,
tras la petaca.

R.: El ratón.

Dos niñas a la par,
que no se pueden mirar.

R.: Los ojos.

Tordillo rabón,
patas de azadón,
cabeza de botón.

R.: El avestruz.

Entra cantando,
sale llorando.

R.: El balde.

Palo liso, palo liso,
cada vez que te veo, me atemorizo.

R.: La víbora.

Tras, tras,
la cabeza para atrás.

R.: La lechuza.

Un animalito, lico, lico,
que no tiene cola ni pico.

R.: El sapo.

Negro bocón,
petiso y panzón.

R.: El mortero.

Alto y grandote,
con un diente en el cogote.

R.: El asador.







fuente : http://www.redargentina.com/Adivinanzas/index.asp
 
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